Los bambúes son muy adecuados para el jardín y los patios, pero ha de seguirse una serie de consejos básicos: no pueden dejarse crecer a su albur, es necesario un mínimo mantenimiento, que no requiere ni mucho tiempo, ni gran dificultad.
Pueden formarse en grandes grupos que son ideales como puntos focales en jardines y patios o para agregar lindes en los bordes de los mismos. Algunas de sus variedades más conocidas son Vivax, es decir plantas vivaces y vigorosas que no se puede dejar crecer sin obstáculos en los jardines ya que pueden devenir invasivas. Una rutina simple bastará para mantener las plantas bajo control y atractivas. Otras variedades sin embargo, como la Fargesia, se agrupan y no tienden a extenderse.
Las ciudades vestidas con bambú son exóticas, deslumbrantes y atractivas, se pueden usar como pantalla de aislamiento, o colocar matas individuales de forma piramidal.
En París, muchas terrazas urbanas cuentan con macetas de bambú, una espléndida manera de proteger la intimidad , una eficaz pantalla contra el viento, que además proporciona una sombra agradable, amén de uno de losmejores purificadores de ambiente que nos ofrece la naturaleza.
Y para interior, en viviendas y locales comerciales aguantan bien, deben ser colocados en ventanas o cristaleras para que tengan suficiente luz, se necesita que el sustrato vaya con las necesidades de la planta y no le falte agua. Es importante, sin embargo, que el bambú sea joven, ya que así se adaptará mejor a interiores.
Los bambúes prosperan en un suelo húmedo pero bien drenado en un lugar protegido y soleado. Toleran la mayoría de los tipos de suelo, excepto los pantanosos, y crecerán incluso en suelos pobres.
El mejor momento para plantarlos o para cambiarlos de maceta es la primavera. De ese modo aquellas variedades que se extienden por rizomas brotarán con cañas nuevas y fuertes en verano. Estos rizomas producen raíces durante esta época del año, y dormirán su sueño invernal desde el otoño hasta la nueva primavera.
Los rizomas de los bambúes son leñosos, es muy importante que una vez sacados de la maceta para plantarlos en el jardín, sean introducidos en un recipiente con agua durante 2-3 minutos; una vez en su sitio hay que regarlos diariamente durante 10 días. El suelo debe tener buen drenaje, aunque los bambúes aguantan bien en cualquier tipo de tierra.
Antes de plantar o transplantar, añada abono de jardín o estiércol para elevar el contenido orgánico del suelo. Esto también mejorará su capacidad para retener la humedad.
Hay un bambú perfecto para cada jardín:
Las variedades más importantes que se comercializan de bambúes son: los Phyllostachys, las Fargesia, los Pleioblastus (bambú enano), Los Sasa y Pseudosasa, las Semiarandunaria, la Hibano bambusa, el Qiongzhuea, y los Chimonobambusa.
Algunos de los bambúes rizomatosos producen rizomas largos (tallos subterráneos), que crecen lejos de la planta principal y que deben ser preparados con barreras de contención para que no se propaguen. Es el caso de los Phyllostachys o de los Pleioblastus que se puede formar agrupadamente en suelos pobres o secos, pero puede volverse invasivo en condiciones cálidas, húmedas o favorables. Es por ello que hay que contenerlos para que no se expandan. Generalmente, al pasar el cortacésped por el jardín ya se corrige su expansión, ya que la máquina se lleva los brotes. Sin embargo, no está de más contenerlo en el momento de plantarlo con obstáculos físicos como describimos más adelante.
El bambú no invasivo por excelencia es la Fargesia, que crece en grupos apretados siempre pegados a la mata principal.
Algunos bambúes necesitan una barrera física para evitar que se produzca una propagación excesiva. Para aquellos que ya están plantados sin dicha barrera, pueden contenerse con la rutina habitual del cortacésped en el jardín.
Los bambúes más jóvenes son plantas ideales para su cultivo en maceta.
Al plantar, incorpore gránulos de fertilizante de liberación controlada y gel de retención de agua en el compost. Durante el verano, riegue con frecuencia y alimente con un fertilizante líquido regularmente. Reduzca el riego y deja de alimentarte en invierno.
En climas muy fríos (-10 ºC) aísle las macetas con plástico de burbujas o muévalos a las zonas más abrigadas.
Con un poco de esfuerzo es fácil mantener los bambúes en buen estado.
La floración del bambú es extremadamente infrecuente. Cuando florecen, cosa que puede ocurrir cada veinte años, o simplemente nunca, se desarrollan de flores altas, plumosas, parecidas a una graminea. Esta floración puede debilitar un grupo, pero los siguientes pasos pueden permitir su recuperación:
-Si ve un brote de floración extraño, recórtelo rápidamente para evitar que se formen más.
-Si todo el grupo comienza a florecer, permita que lo haga, incluso si el grupo tiene muy mal aspecto. Simplemente continúe alimentando la planta y regándola, independientemente del aspecto que tenga. La primavera siguiente, recorte la planta al nivel del suelo y alimente con un fertilizante con alto contenido de nitrógeno, como un alimento de primavera para fomentar un nuevo crecimiento verde desde la base.
Los bambúes generalmente no presentan problemas, pero ocasionalmente pueden sufrir de óxido o putrefacción de la raíz por exceso de agua. Es por ello que hay que evitar los suelos encharcados o pantanosos.
También hay que tener cuidado con el pulgón, para el que se necesita un tratamiento fitosanitario adecuado